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Carnaval loco en Bissau


Carnaval en Bissau


Guinea-Bissau, una antigua colonia portuguesa del noroeste de Africa, es uno de los más pobres en el mundo, aunque la pobreza económica no es equivalente a la pobreza de espíritu. En el estuario del río Geba, desde el Océano Atlántico, su capital, Bissau celebra cada año un carnaval que complementan la falta de presupuesto económico con la presencia masiva de personas. Hacer no exposición carrozas lujosamente decoración o se hace eco de la música en grandes altavoces, pero hay muchas, muchas, muchas personas que llena el vacío con el desorden. Se impresiona llega en una ciudad donde todos sus habitantes decidieron salir de la casa al mismo tiempo. Carnaval en Bissau

El primer día de Carnaval, cuando la llegada de la nave de la isla de Bubaque da inicio a las festividades, personas inundaron las calles ataviadas con lo primero que ha capturado por casa. No se visten con el traje típico de pirata, princesa o indio, entre otras cosas porque no hay dinero para comprarlos y en la mayoría de los casos no existen. Su manera de ser otras personas un día se rellena con el cuerpo de pedrería, telas de colores, brillantinas y pinturas. Carnaval en Bissau

Muchos se transforman en el opuesto sexo, lazos y sombreros de niñas y niños con faldas y pelucas. Otros ajustan un zapato de cada color, si su madre o hermana mejor. Quien no parece sorprendentes gafas o muchos collares colgando toma algún corte de tela colores fosforitos como una capa o túnica. Casi todos se pintan la cara o ella adornado con pegatinas brillantes. Absolutamente todos sonríe.

Todo lo que puede hacer es ser Arrastre a la izquierda por la marea humana y caminar por las avenidas largas observando el ir y venir de la gente. A ambos lados de la calle se apostan vendedores de mangos, maníes, castañas de cajú, buñuelos, donas y otros dulces. Es inevitable para probarlos y casi imposible no dejar de comprar algo nuevo cada media hora. Carnaval en Bissau

Un grupo de jóvenes bailando en el techo de un edificio de planta baja por el sonido de sus instrumentos. En todas partes hay pancartas con el lema utilizado camisinha animamos a utilizar preservativos en la campaña de prevención del SIDA. En un centro deportivo lleno de sillas plegables, un sacerdote con aspecto de showman canta una misa en la clave del rap acompañado por un coro de niños y niñas con camisa blanca. El público es responsable por turnos los versos de los globos empuñando Salmo y banners. Todo es muy surrealista, pero también muy divertido.

La multitud apenas disminuye el anochecer, pero la escasez de luz eléctrica impide disfrutar de su ropa. Es la hora de ir a cenar algo en un gran recinto donde se acumulan cabinas con puestos de comida, bebida, tabaco y baratijas, una especie de Feria de Abril a los africanos. Carnaval en Bissau

No lejos de allí, hay una zona de conciertos al aire libre donde escuchar grupos y cantantes locales al aire y beber unas cervezas. La noche puede concluirse en un club nocturno como Sonhos, pero no se recomienda para competir con ellos en la pista de baile.

La tarde del segundo día del carnaval se celebra el gran desfile, en los grupos participantes de todas las regiones de Guinea. Para tomar fotografías, es necesario pagar una licencia, aunque, como en todo, hecha la ley hecha la trampa. No es fácil conseguir un lugar en primera fila porque las calles recurren a estar completamente lleno, pero vale la pena intentarlo.

Cada grupo está precedido por un signo que anuncia su origen. Dos docenas de jóvenes con faldas de paja y pechos desnudos bailan al compás. Sus cuerpos con aceite de Palma brillan en sol y lanzar destellos naranjas. Carnaval en Bissau

Al día siguiente todo es largo. Personas han regresado a sus hogares, los taxis operan una vez más, las calles ya no son coloridos ríos de personas. Ciudad calma y recupera su ritmo habitual. Carnaval ha desaparecido, pero no su espíritu, porque en Bissau todos bailan y sonrisa aunque no es día de fiesta.

Carnaval en Bissau

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